¿Es el capitalismo un sistema esclavista, criminal y genocida?


Decía el Che Guevara que el capitalismo es el genocida más respetado del mundo. ¿Es esto cierto? Viniendo de un verdadero asesino hay que, cuando menos, dudar. Sin embargo, para refutar científica y dialécticamente tal sentencia se debe empezar por la definición de capitalismo. Según la RAE es un sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción y en la libertad de mercado. Pero si se ahonda un poco más, uno puede encontrar esta otra definición: Conjunto de capitales y capitalistas, así como su influencia y poder en la sociedad. Y he aquí donde encontramos el quid de la cuestión. Tal descripción tiene para algunos colectivos un carácter negativo, en tanto asocian que los individuos adinerados subyugan a las sociedades mediante el trabajo en sus empresas o en las relaciones que hacen con otras compañías explotadoras. Es el pensamiento marxista. Y este pensamiento y sus derivadas sobrevuelan los círculos sociales cuando aparecen casos como el del Mundial de Qatar 2022, en el que, según el diario británico The Guardian, podrían haber muerto unos 6.500 obreros desde que se iniciaron las obras de las infraestructuras para acoger tan magno evento deportivo, la mayoría llegados al pequeño estado árabe procedentes de países como India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka. De hecho, el número sería mayor si Filipinas o Kenia revelasen sus fallecidos.

Es sin duda una tragedia que desde el país del Golfo Pérsico se intenta minimizar y justificar aduciendo a que la mayoría de los decesos son por causas naturales, debidos en gran parte a las altas temperaturas del desierto —como si los obreros fuesen del norte de Europa—. Lo cierto es que Qatar está construyendo una nueva ciudad, hoteles, carreteras, transportes públicos, un aeropuerto y siete estadios de futbol en tiempo récord. Y las prisas conllevan jornadas extenuantes y riesgos innecesarios, lo cual deviene en un aumento de los accidentes laborales. No se debe olvidar que es un país hermético y con un cierto desprecio por los Derechos Humanos —aunque Xavi Hernández diga que es mejor que España—, pero esto no ha sido óbice para que el colectivo marxista-obrerista-sindicalista culpe al capitalismo de las muertes. ¿En qué parte de la definición de capitalismo antes vista dice que cualquier proyecto o inversión con la que se busque un retorno positivo tenga que cobrarse vidas? La Primera y Segunda Revolución Industrial queda muy lejos en el tiempo. Antaño, el capitalista sí era un esclavista, era la evolución del feudalismo, y no existían medidas de prevención laboral, ni regulaciones. Eran los albores del mundo moderno. El marxismo y la revolución del proletariado fue la reacción al abuso de los obreros por parte de los capitalistas y burgueses. ¿Es de recibo seguir con ese dogmatismo siglos después?

A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César. Los defensores de los derechos de los trabajadores han luchado para que hoy el capitalismo no sea un derroche de vidas humanas, explotación y servidumbre. Sin ellos no habríamos evolucionado lo suficiente como sociedad. Entonces, ¿la culpa es del capitalismo o del hombre? Las sociedades occidentales, las que en mayor medida iniciaron el proceso industrializador, tuvieron un sistema político plural y democráticamente avanzado que permitió corregir los desajustes de un nuevo sistema económico. El exigente empuje de un modelo productor de bienes de capital y de consumo tuvo su necesario freno en los partidos políticos de corte laborista-socialista y en los sindicatos. Sin embargo, no todos los países contaron con esos contrapesos. Es más, algunos de ellos basaron su progreso en férreas dictaduras marxistas tanto o más esclavizadoras que la de un empresario capitalista. Es el caso de la URSS o China, que acabaron con millones de muertos de hambre por las malas planificaciones económicas, aparte de los ejecutados por opositar contra el régimen. Qatar no es muy diferente a estas, puesto que es una monarquía absolutista regida por la familia Al Thani desde el s.XIX. El descubrimiento de petróleo y gas en sus tierras han convertido a Qatar en el perfecto paradigma del imperialismo moderno, algo que no se debe confundir con capitalismo, y que se hace a propósito para distanciar los postulados marxistas del único sistema económico que ha posibilitado alcanzar las cotas de desarrollo y calidad de vida que ahora disfrutamos.