¿Merece alguien ir a la cárcel por sus canciones y publicaciones en redes sociales?
Lector, no te haré perder mucho tiempo. Pablo Hasel no es un mártir de ningún estado fascista ni opresor. No va a pasar un tiempo a la sombra por ejercer su derecho a la libertad de expresión. Su encarcelamiento no obedece a anacrónicos intereses monárquicos. No, nada de eso. Pablo Hasel está en boca de todos no por haber ganado un Grammy Latino, o por haber derrotado a Arkano en las "olimpiadas de raperos". Si estás leyendo esto es porque Pablo Hasel es, simple y llanamente, un delincuente al que se le ha acabado el crédito. Suena duro y poco objetivo, lo sé, pero no te vayas. Déjame explicarte que este chaval va a la cárcel porque tiene antecedentes penales. Concretamente, tiene cuatro condenas, dos de ellas recurridas. Estas últimas son una condena de seis meses de prisión por un delito de lesiones correspondiente a una agresión a un reportero de TV3 cuando él y otros individuos habían okupado el rectorado de la Universidad de Lleida en 2016, y otra de dos años y medio por agredir a un testigo que declaró en un juicio en el que estaba implicado un amigo suyo. Estas no tienen nada que ver con la libertad de expresión sino con violencia y agresiones.
Tienes razón, hasta que no haya una resolución a esos dos recursos no puede ir a prisión. Pero las otras dos condenas sí cuentan. La primera fue en 2015 por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona, que se saldó con dos años de cárcel, la cual quedó en suspenso por no tener antecedentes. La segunda y más reciente fue en 2020 por el mismo motivo que la anterior, y es la que se ejecuta a pesar de suponer sólo nueve meses de reclusión. La Audiencia Nacional ha desestimado el recurso de súplica para evitar su ingreso en un centro penitenciario por considerar que Hasel manifiesta una postura claramente antisocial. Como puedes ver, la culpa no la tiene la falta de libertad de expresión, ni un sistema judicial franquista. El único culpable es quien delinque y reincide. El único culpable es el que se salta la ley por normativa vital, pensando que violar la convivencia social no tiene consecuencias. Creo haber sido escrupulosamente objetivo en mi argumentación, y me avala el artículo 491 y el 578 del Código Penal español. Pero no te vayas aun, déjame llegar al aspecto subjetivo de todo este asunto. ¿Merece Hasel ir a la cárcel?
No, no lo merece. Merece aprender la lección, por supuesto, pero es exagerado su encarcelamiento por injuriar a un estamento social que se injuria por sí mismo sin necesidad de que nadie recuerde sus tropelías. Y debemos entender que hacer apología del terrorismo es repulsivo, pero la factura no llega para tanto. Mucha gente hace apología de muchas cosas repulsivas, pero no está tipificado como delito en el Código Penal. ¿Se debe modificar? Sin duda. Pero recuerda que si la libertad de expresión es un derecho de todo individuo en un sistema democrático y plural como el español, no se debe confundir con el sentido común y el respeto por esos mismos valores democráticos y plurales. La libertad de expresión no es un chicle que se pueda estirar a tu antojo. Es la esencia de la convivencia. Es lo que mide la salud de nuestra democracia.
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