Esto se acaba ya. Y qué ganas, ¿verdad? Se va el peor año de la historia reciente. Una pesadilla mundial que seguirá con nosotros en el año nuevo, aunque esperemos que por poco tiempo. El COVID-19 nos ha destruido económica y socialmente, y aun así somos afortunados; yo por escribir, y tú por leer. Dentro de lo malo seguimos aquí, pero decenas de miles de personas no pueden decir lo mismo. Solo podemos valorar lo que tenemos, sea donde y con quien sea, porque decenas de miles de personas no pueden decir lo mismo. Sé que me repito, pero es muy grave lo sucedido. Un despropósito institucional que ha segado vidas, negocios, trabajos y paciencias. Seguiría denunciando lo que no me canso de denunciar en este humilde blog y en redes sociales, pero puede que hoy solo haya sitio para la celebración, la redención y la indiferencia hacia la peor clase política que ha conocido España desde la Transición. 2021 nos deparará, y esperemos que así sea, el fin de la pandemia, unas elecciones catalanas y unos indultos a los políticos secesionistas, más golferíos del Rey Emérito, corrupciones de partidos políticos, y lo peor de todo: más coerción de nuestras libertades individuales, pero seguiremos peleando por cumplir nuestros proyectos vitales a pesar de vivir subyugados por un Estado cada vez más opresor. Seguramente que todas estas partidas tengan nuevos jugadores, piezas, reglas y movimientos, y sin duda hablaremos de ellas, porque nos guste o no, vivimos una partida eterna.


FELIZ Y PRÓSPERO AÑO 2021