Hola amigos.

Supongo que nadie a estas alturas es ajeno a los desafortunados acontecimientos que se están viviendo en Estados Unidos con motivo de la desgraciada muerte de George Floyd a consecuencia de una desmedida e incomprensible actuación policial. No voy a entrar en muchos detalles acerca de su muerte ni el porqué de la situación. Una persona ha muerto de una manera absolutamente cruel y ridícula y, por supuesto, esto es algo evitable y denunciable. No importa la información que arroje la autopsia tampoco, no para mí al menos, ni los antecedentes de esta persona. Lo que ha pasado es injustificable ya que desde luego la actuación policial es desproporcionada y los hechos que la justificaban no demandaban algo así. Se une a esto la complicidad o la falta de acción de los agentes que no provocan físicamente tal desgracia.

Entiendo perfectamente las protestas y que se pida depurar responsabilidades. Qué menos. De hecho el agente responsable y compañía van a pagar por ello. Como tiene que ser. Pero dicho esto, y elogiando todas las muestras de protesta pacíficas y sensatas, que por supuesto las hay, lo que está pasando es, también, absolutamente injustificable a mi modo de ver. La gente ha pasado de la protesta pacífica y controlada por el asesinato de un hombre negro a la violencia desmedida e injustificada con resultados atroces. La última vez que escuché algo al respecto, el día 2 de junio, habían muerto ya ocho personas. ¿Qué sentido tiene protestar por la muerte de una persona si en el camino se provoca lo mismo multiplicado por X? Ha habido gente asesinada a sangre fría por defender su negocio —algo que seguramente fuese toda su vida— de los ridículos saqueos y de la violencia indiscriminada. Hay imágenes atroces en las noticias. Sólo algo así es mucho más atroz que lo que le ha ocurrido al propio Floyd y que origina todo esto. La gente saquea sin control. Una absoluta barbarie. Y no hablo de supermercados, sino que se ve a gente llevarse zapatillas Nike o televisores de plasma. ¿Qué tiene que ver eso con lo que ha pasado? ¿Qué interés tiene la inmensa mayoría de los que hacen eso en el verdadero motivo que ha provocado todo? Les importa una mierda que Floyd haya muerto, de la manera que sea, es todo una excusa para el sinsentido más absoluto y a mí personalmente me da asco.

Trump, ese personaje, habla de declarar como terrorista a la organización Antifa. La izquierda española, cultural y política, no tarda nada en mostrar su simpatía por dicha organización. Algunos, como Ismael Serrano, reparten carnés de buen demócrata diciendo que no se puede ser demócrata sin ser antifascista. Bien, no se puede, pero hacen falta más cosas para ser un buen demócrata, aparte de llenarse la boca de un montón de eslóganes de primero de sentido común y palabras vacías. Vamos, creo yo. Y a uno le vienen una serie de cosas a la cabeza. ¿La gente que protesta violentamente, saqueando, "apalizando" y, en algunos casos, asesinando por el homicidio de una persona de raza negra, es antifascista, necesaria y digna de elogio, y sin embargo, la gente que aquí en España sale de manera pacífica —los únicos momentos tensos se han visto cuando otros no les han dejado manifestarse— y legal a la calle, con sus banderas —las que unos cuantos pisotean a diario pero luego echan de menos si se tercia—, a protestar por la gestión manifiestamente mejorable de un gobierno ante la crisis sanitaria que actualmente nos ocupa, por las mentiras del mismo, por la desinformación, por fallos evitables, etcétera, son los fascistas? Es inaudito. Y estamos hablando de protestas por una persona muerta en Estados Unidos, pero no sabemos cuántos fallecidos nos hubiésemos podido ahorrar aquí de haber gestionado el Gobierno mejor las cosas. Se da la paradoja de que el violento es antifascista y el pacífico es fascista. Y todo por el signo político de unos y otros. ¿En serio? Qué vergüenza de sociedad.

Imaginemos por un momento que, ante el enésimo atentado de ETA, toda esa gente, en toda España, o simplemente en el País Vasco, que tantas veces se manifestó en silencio, se hubiese hartado y hubiese dejado todo ese dolor interior para, harta e impotente, hacer que rueden cabezas, las de quienes fuesen, cargando contra herriko tabernas, sedes abertzales y qué sé yo… se hubiese hablado de terrorismo de estado, actuaciones desmedidas, que si ya hay un estado de derecho para solucionar estas cosas, barbarie, etcétera. Eso con un asesinato. Porque de pasar algo así con cada uno de los cientos de ellos, en democracia, muerto Franco, con víctimas civiles, niños en muchos casos, no sé qué hubiese sido del País Vasco a estas alturas. Sin embargo con estos sucesos de Estados Unidos todo son simpatías a los que promueven la barbarie. Se dan situaciones tan aberrantes como la de Bildu, uniéndose en la solidaridad a Antifa por Twitter, diciendo que es intolerable lo que ha pasado y que no puede ser, que ellos buscan una Euskalherria en la que nadie quede excluido, bla, bla, bla… llegáis unos cientos de muertos tarde, miserables.

¿Qué pasa cuando una persona blanca es asesinada por una negra? ¿Qué pasa cuando negros son asesinados por negros? Y ¿cuando hay barbaridades perpetradas por personas de otras razas o credos que tienen como víctimas personas blancas? Creo que es siempre la historia del todo o nada, del conmigo o contra mí, de la ausencia de término medio. En Cataluña una turba de inmigrantes se dedica a saquear un supermercado y a montar la de San Quintín por este tema. Repito, me da igual que sea aquí, pero de manera pacífica, no así, a lo que se une el hecho de que España es un país más que tolerante con la inmigración. Se ven escenas de personas blancas arrodillándose a besar las botas de negros incluso armados y desafiantes, para pedir perdón o expresar empatía. ¿De verdad? ¿Hay que pedir perdón por haber nacido como has nacido, pero se trata de que somos todos iguales? ¿Quieres lucha contra una supuesta situación de sumisión y violencia y lo que promueves es lo mismo pero al revés? Todos locos oiga. La gente en masa poniendo fotos totalmente negras en sus redes sociales con el lema Black Lives Matter, en solidaridad, y llamando fachas racistas a los que dicen que toda vida importa. Es una locura esto. Y decenas de anécdotas más. A cada cual más ridícula.

Como oasis en un desierto de estupidez tenemos el vídeo viral de una mujer negra discutiendo con otra blanca y diciendo que ella es negra y es libre, que no está oprimida y que qué pasa cuando la violencia es de negros contra negros o de negros contra blancos: que todos callados. Es curioso porque la chica blanca le estaba intentando dar lecciones de opresión racial contra la gente negra a una persona de color que por suerte no tiene ningún complejo. Y no, al decir todo esto no estoy diciendo que las vidas negras no importen ya que importan como las que más, ni me estoy solidarizando con un anormal integral como Trump, con todas sus estupideces dichas y escritas o con su política habitual, ni niego o justifico la brutalidad policial que hay en Estados Unidos, ya que sería ridículo (escenas de agentes dando descargas a gente que no opone resistencia, gases lacrimógenos, coches de policía arrollando a manifestantes, etcétera). No debería hacer falta decir algo así pero en este mundo del o conmigo o sin mí ya se sabe. Estamos a nada de que algo muy gordo pase. Ojalá me equivoque.