¿Funcionaría tal cosa o sería como volver a la esclavitud?


Últimamente se viene analizando cuáles son los factores que ejercen fuerzas inerciales sobre los salarios, y que devienen en perjudicial una subida irresponsable de los mismos. El post "Subida del salario mínimo" exponía cómo una minusvalía entre el coste de producción y el salario del trabajador generaba un menoscabo económico para la empresa. De la misma forma, el post "Política salarial en España" invitaba a entender cómo los sectores menos productivos, los autónomos y las microempresas sufren como nadie con este tipo de rigores. Además, planteaba una posible eliminación del SMI en España como alternativa a las políticas habituales, algo que funciona en otros países.

Si bien suele ponerse como referencia a los países europeos que no tienen SMI, y comparar ciertas métricas con las de España —como la tasa de paro o los sueldos medios— para justificar una medida que depende de tantos factores, se le evitará el lector tal práctica por ventajista y oportunista. Países como Dinamarca, Suiza, Finlandia, Italia y Alemania —aunque esta última lo implantó en 2015— poco se parecen a España como para equiparar sus guarismos en materia laboral. El objetivo aquí es, con la información que tenemos, argumentar si es viable eliminar el salario mínimo en nuestro país.

Actualmente, la tasa de paro se sitúa en torno al 14%, y a su vez, más del 32% son parados de larga duración, es decir, no trabajan desde hace más de dos años. La tasa de empleo temporal es de un 27%, la más alta de la Unión Europea. El 95% de las empresas son micropymes, muchas de ellas pertenecientes a sectores poco productivos. Los costes por despido, aun después de la reforma laboral que se pretende derogar, son muy altos. Y por último, y no menos importante, sino todo lo contrario, el salario medio es de 1.658€ al mes, pero el modal es de 1.248€. Esto quiere decir, que cuanto más se acerque el salario mínimo al salario modal, más individuos se verán impactados, hasta llegar a un punto en el que un aumento del SMI pueda ser contraproducente para la mayoría de trabajadores y, evidentemente, sus empresas.

Con esta difícil situación, lo que necesita el mercado laboral es mucha más flexibilidad para que los millones de desempleados puedan acceder a un trabajo, aunque el salario no sea todo lo digno que establezca por decreto el Gobierno de turno. ¿En base a qué se considera la dignidad de un sueldo cuando somos más de 45 millones de habitantes? ¿No sería más lógico condicionar los salarios a la ley de la oferta y la demanda, como ya ocurre en todos los trabajos cualificados? Por supuesto que habrá empresarios que aprovechen la situación de vulnerabilidad de algunas personas para pagar lo menos posible, y es ahí donde hay que poner el foco mediante inspecciones laborales. Pero también habrá muchos jóvenes que puedan acceder al mercado laboral para utilizarlo de trampolín o para costearse los estudios, o muchos parados de larga duración que necesiten unos ingresos imperiosamente. En cualquier caso, el fin es liberar del corsé al empleo para corregir los números antes mencionados, fomentar la creación de empresas, reducir el déficit del sistema de pensiones, y favorecer a un bien entendido Estado del Bienestar, porque ¿qué es más precario: cobrar un sueldo menor al impuesto por personas que jamás se van a ver en semejante tesitura o no cobrarlo?

*Fuente genérica: INE